Margarita De Lucia llegó a Argentina a mediados del siglo XX y formó una bella familia. Su hijo Claudio le hace un homenaje para recordarla.
Margarita De Lucia, su historia en Italia y su llegada a Argentina
Margarita nació el 21 de septiembre del año 1931 en el pueblo de Vitulazio, ubicado en la provincia de Caserta, en la región de Campania Su infancia fue muy dura, porque su papá se fue del país cuando ella era pequeña y jamás regresó, por eso su mamá tuvo que criar a ella y a su hermano menor sola.
En el año 1954, con 22 años de edad, decidió emigrar a Argentina y partió del puerto de Nápoles en el buque Salta. En Italia quedó su mamá, con quien Margarita tenía una muy buena relación, pero ella volvió a casarse, y esta situación le resultó incómoda. También, se sumaron las dificultades económicas de la posguerra y en Argentina ya se encontraba su hermano.
El 6 de abril de 1954 Margarita pisa suelo argentino. Aquí se reencontró con su único hermano, José De Lucia que había llegado unos años antes.
También vivían en nuestro país sus tíos y su papá, con quien Margarita no tenía vínculo desde hacía mucho tiempo. Al llegar a Buenos Aires se dirigió a la ciudad de La Plata, donde vivió en el barrio de Villa Elvira.
Osvaldo, el gran amor de su vida
Al tiempo de llegar a Argentina, Margarita estaba en una parada de colectivo de la ciudad junto a su prima. Las jóvenes mantenían una conversación en italiano y allí, había un muchacho que las escuchó y reconoció el idioma de su tierra. El hombre empezó a hablar con las chicas y así nació el amor entre él y Margarita. Su nombre era Osvaldo Felice Bredice, llegó a Argentina en el año 1948 y nació en San Marco La Catola, una localidad de la provincia de Foggia, en la región de Puglia.
Margarita y Osvaldo se casaron en la iglesia San Pablo de la ciudad de La Plata el 30 de junio del año 1956. Juntos formaron una hermosa familia, caracterizada por el amor y el trabajo en equipo. Él era un hombre conocido por su trabajo e inteligencia.
Al llegar de Italia empezó a trabajar de día y estudiaba de noche, fue albañil, maestro mayor de obras y fundó una pequeña empresa constructora que fue el sostén de su familia. Margarita se dedicó al hogar y a la crianza de sus hijos: Fausto, Roberto, Claudio y Flavia.
La vida de la familia en Chillar
Durante varios años la familia vivió en el barrio el Mondongo, pero Osvaldo consiguió un trabajo para construir la sede del Banco Provincia en la localidad de Chillar. El lugar les resultaba muy agradable por la tranquilidad y el ambiente familiar que se respiraba y decidieron mudarse allí.
Desde que se conocieron en aquella para de colectivo, Margarita se convirtió en la luz de los ojos de Osvaldo, por eso y como agradecimiento de todo lo que ella hizo por él y sus hijos, decidió construirle la casa de sus sueños, donde la familia vivió varios años y fueron muy felices. En el pueblo todos conocían a Margarita por sus hermosos cantos, su amabilidad, sus exquisitas pizzas y su buen humor.
En el año 1980, teniendo a sus 4 hijos estudiando en La Plata, Margarita y Osvaldo deciden vender su casa en Chillar para regresar a la ciudad de las diagonales, estar junto a ellos y ayudarlos con sus carreras universitarias. Esto era algo que caracterizaba al matrimonio, su generosidad y amor por la familia.
Italia, siempre en los corazones de la familia
Como dijimos anteriormente, Margarita tenía una buena relación con su madre pero en los últimos años en que vivió en Italia, el vínculo se puso difícil por algunos problemas familiares y fueron el impulso para que decidiera venir a Argentina.
Margarita regresó a visitar a su mamá y a sus tres hermanos luego de casi 20 años. Después volvió a Italia junto a Osvaldo para festejar el casamiento de su hija menor Flavia que desde muy joven se mudó al país europeo, al igual que su otro hijo Roberto.
Claudio viajó por primera vez a Italia en el año 1992. Allí conoció el pueblo donde nació su mamá, a su abuela materna y algunos familiares con quienes en la actualidad sigue en contacto. Tuvo la posibilidad de viajar tres veces más y en una de ellas, en el año 2017, conoció a su tía, quien le contó cosas sobre la vida de su mamá que él desconocía.
Hasta siempre amada Margarita De Lucia
Con mucha emoción y lágrimas en los ojos, Claudio define a su mamá como una mujer muy activa, con mucho sentido del humor, muy positiva, alegre y tenía la capacidad de contagiar esa felicidad a todos. Siempre recuerda esa gran sonrisa y su manera tan particular de ver lo bueno en todo. Amaba a su esposo y a sus cuatro hijos, siendo siempre una excelente esposa, madre y mujer.
Claudio heredó de su mamá su espíritu combativo y su fuerza de lucha, superando todo obstáculo que encontraba en su camino.
En el año 2002, fallece Osvaldo Bredice y a los 15 días Margarita, quien tenía 70 años y gozaba de un excelente estado de salud. Muchos resaltan esa idea de que decidió partir para seguir a quien fue el gran amor de su vida. Siempre que puede, Claudio se acerca al cementerio de la ciudad de La Plata a llevarle una flor. En este mes de la madre, decidió homenajear a esta mujer que no sólo fue una excelente madre, sino también una gran persona.
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