Antonino Mantella es homenajeado por Domingo, su hijo. En esta nota contaremos su vida y como apoyó incondicionalmente siempre a su familia.
La infancia de Antonino Mantella
Antonino nació el 7 de marzo del año 1904 en Maierato, región de Calabria. Era hijo de Giuseppe y Magdalena y el segundo de cuatro hermanos. Su padre viajó por mucho tiempo a Estados Unidos con el objetivo de hacer una micro hacienda. Algo que dejo de hacer con el nacimiento de Antonino. Domingo nos cuenta que cuando su papá era pequeño no lo enviaron a la escuela, por eso era analfabeto, pero sí aprendió a firmar. Antonino junto a sus dos hermanos menores y sus padres trabajaban unas hectáreas de tierra que tenían para vivir. Su hermano mayor viajó a Estados Unidos cuando Antonino tenía 6 meses y decidió no regresar a Italia.
Antonino y la familia que formó junto a su gran amor
Maierato siempre fue un pueblo pequeño, sobre todo en aquel entonces. Allí conoció a Ana María Greco, con quien se caso en el año 1927. El matrimonio fue arreglado por sus padres, pero eso no impidió que se hayan convertido en grandes compañeros y vivieran una linda historia de amor.
De la unión entre Ana María y Antonino nacieron nueves hijos, de los cuales dos fallecieron con muy poco tiempo de vida. Domingo fue el sexto en nacer y es quien nos cuenta la historia de vida de su papá, para recordarlo y homenajearlo en el día del padre. Entre los años 1936 y 1937, Antonino trabajo como obrero militarizado en Etiopía. Durante ese tiempo Ana María se hizo cargo de la familia y del trabajo, pero al ver las complicaciones que se le presentaban, le pidió a su marido que regresara.
Las visitas de su incondicional hijo Domingo
Domingo emigró de Italia en el año 1952 junto a sus hermanas Magdalena y Teresa. En Argentina se encontró con su hermano mayor Giuseppe que había llegado dos años antes y con quien vivió durante un largo tiempo.
Luego de 10 años, regresó a Maierato para ver a su familia y recuerda que en esa oportunidad, fue a pie junto a su papá a un pueblo cercano donde pasaron todo el día charlando y contando anécdotas. Después de dos meses, Domingo regresa a Argentina. Al año siguiente Ana María fallece y Antonino quedó sólo junto a algunos de sus hijos.
En 1966, Domingo viajó a Europa junto a algunos compañeros de la carrera de medicina por su viaje de egresados. En esa oportunidad, se separa de sus amigos en Francia y decide partir a Italia para visitar a su papá y a sus hermanos que todavía vivían allí.
Las visitas de Antonino Mantella a Argentina
En el año 1968, Antonino viaja a Argentina junto a su nuera y su nieta Ana María que fueron a Italia para visitarlo.
En nuestro país estuvo viviendo un año y medio, hasta que decidió ir rumbo a Canadá para conocer a la familia de su hijo Francesco que se había mudado allí hacía un tiempo. A fines del año 1970, Antonino todavía se encontraba en el país norteamericano y le pide ayuda a su hijo Domingo para pagar el pasaje y regresar a Argentina. Esa vez llegó junto a Francesco, su nuera y su nieta.
Con el pasar de los meses, Domingo lo empezó a notar aburrido y le preguntó si no quería regresar a Maierato, para contarle a sus paisanos algunas anécdotas e historias sobre el país. Antonino tomó la decisión de volver a su pueblo y esa fue la última vez que estuvo en Argentina.
Los últimos años de Antonino Mantella
A principios del año 1974, Antonino recibe en Maierato la visita de su hijo mayor Giuseppe. Al poco tiempo fue Francesco quien decidió viajar a Italia. Al ver a su padre solo y grande, le pidió que vaya a vivir con él y su familia a Canadá, donde estaría mejor y en compañía de su familia.
Antonino dejó su querido pueblo en el año 1974 y partió junto a su hijo. Allí vivió sus últimos años, acompañado y rodeado de cariño. El 7 de febrero del año 1982 fallece en Canadá. El amor de su familia siempre estuvo presente a pesar de la distancia. Sus hijos siempre lo acompañaron y estuvieron junto a su padre para que sea feliz. Así fue la vida de Antonino, un hombre inteligente, honesto, luchador y trabajador.
Domingo y unas palabras para su padre
Al momento de describir a su papá, Domingo lo define como su primer y gran maestro. Un hombre muy trabajador, afectuoso y excelente padre. Siempre puso a su familia sobre el resto, incluso tuvo que desarmarla para que sus hijos puedan progresar y tener una mejor vida.
A pesar de ser analfabeto, Antonino era muy inteligente y capaz. Siempre trabajó de sol a sol la tierra y mientras lo hacía cantaba siempre la misma canción, mostrando su amor por lo que hacía. Domingo recuerda la alegría de su papá, como se trasladaba en burro de un lado al otro y siempre estaba activo a pesar de las circunstancias y la edad.
Varios hijos de Antonino siguen con vida y algunos se reunieron en Maierato en septiembre del año 2019 para festejar los 80 años de Domingo. Así fue que los hermanos se reunieron bajo el sol de la tierra que los vio nacer, crecer, partir a otros lugares y les regaló varios años de vida en familia, rodeado por el amor de sus padres.