Felicia Bruni, una madre italiana muy especial

Felicia Bruni llegó a Argentina en 1951 y empezó a vivir su amor por la italianidad en La Plata. Su hija Graciela nos cuenta su historia.

Ceccano, su lugar de nacimiento

Felicia Bruni nació el día 16 de julio del año 1938, en una colina que formaba parte del pueblo de Ceccano, ubicado en la provincia de Frosinone, región de Lacio. Este lugar es muy conocido por ser muy castigado durante la Segunda Guerra Mundial, algo que Felicia vivió junto a su familia y que la ha dejado marcada. Recuerda cómo debían esconderse bajo la cama o en el refugio cuando sonaban las sirenas que anunciaban los inminentes bombardeos, el incendio de su casa y como los soldados norteamericanos les regalaban chocolates.

Es un pueblo que se dedicaba principalmente a la ganadería y agricultura, por ello sus habitantes no pasaban hambre, pero Felicia recuerda como las personas se trasladaban de la ciudad al campo para escapar del conflicto bélico y cómo se alimentaban de cualquier cosa por el simple hecho de tener hambre.
Felicia viajó a Argentina con 13 años en 1951 junto a su hermana Mimi y su mamá. Partieron del puerto de Nápoles en el barco Sisses y llegaron  nuestro país el 2 de noviembre de ese año. Su papá se encontraba hacía un tiempo viviendo en Argentina, pero su mamá se cansó de esperar y decidió viajar sola con sus dos hijas, porque intentaba buscar una independencia económica.

El nuevo hogar de Felicia Bruni

Una vez en Argentina, Felicia se reencontró con su padre y la familia vivió durante 3 años en el barrio El Dique. Al tiempo su papá empezó a construir una casa en Tolosa, lugar donde pasaron hermosos momentos y trabajaron en la quinta familiar.
La madre de Felicia trabajo mucho tiempo en una fábrica de vidrio de la ciudad y su papá en el tranvía. Su adolescencia en Argentina fue difícil, mucha gente se burlaba de ella por ser inmigrante, perdió un año de escuela y le costó adaptarse, pero por sobre todo fue muy doloroso alejarse de su nonna Angelina, a quien extrañaba mucho. Sus estudios secundarios los realizó en el Normal 1 “Mary O. Graham” de la ciudad de La Plata, donde formó un gran grupo de amigas y se recibió de maestra, aunque también trabajó mucho tiempo como secretaria en la misma fábrica de vidrio que su mamá.

La historia con quien es su compañero de vida

Pascual Falco nació en un pueblo de Nápoles, en la región de Campania. En Italia se recibió de Perito Industrial y cuando tenía 23 años vino a Argentina becado por una empresa que buscaba trabajadores con su título. También, visitó a su hermano que hacía tiempo estaba viviendo en Argentina. Él no conocía el idioma, un amigo lo puso en contacto con Felicia que le daría clases de español.
Durante los años de novios, Pascual vivió algunos años en Estados Unidos y la relación se mantenía a través de correo, pero esto provocó el hartazgo de Felicia que le pidió que regrese.
El 18 de diciembre del año 1965 contrajeron nupcias en la Iglesia San Ponciano de La Plata y desde ese entonces siguen juntos. Formaron una hermosa familia y tuvieron dos hijas, Graciela y Lorena.

El matrimonio regresó a Italia luego de casados y visitaron a los parientes que quedaron viviendo allá. También, viajaron en varias oportunidades con sus hijas. Pascual y Felicia tuvieron la idea de volver a vivir en su tan amada tierra, incluso en uno de sus viajes fueron con la posibilidad de ver que oportunidades tenían y como podían hacer.
El 18 de diciembre de 2015, al cumplir 50 años de casados, Felicia y Pascual renovaron sus votos matrimoniales.

Felicia Bruni, su vínculo con Italia y la pasión que le transmitió a Graciela

Felicia siempre mantuvo contacto con sus orígenes y su corazón está en Italia. Siempre alentó a la Azzurra junto a su marido y sigue en contacto con toda su familia. El idioma lo continúa hablando a la perfección, le interesa mucho la cultura italiana y escucha ópera.
A Felicia siempre le gustó bailar, sobre todo rock y tarantela. Es inevitable ver la sonrisa en su rostro y su emoción hasta las lágrimas cada vez que escucha música tradicional italiana.
Es socia desde hace muchos años del Circulo Laziale, ubicado en calle 62 N°1189 de La Plata. Asiste a todas sus reuniones, fiestas y eventos. Su hija Graciela es parte de la comisión desde hace más de 20 años y tiene una participación muy activa en la institución.

Relación entre madre e hija

Graciela define a su mamá como una mujer confidente y solidaria. Resalta su romanticismo, pasión y sensibilidad con respecto a la vida. Ellas son muy unidas, se juntan a merendar junto a sus nietos y le dan mucha prioridad a la familia. Una similitud que ambas tienen es su gran pasión por la cultura italiana y el baile.
Felicia es una mujer muy activa, ama leer e instruirse. Le gusta superarse día a día y adquirir nuevos conocimientos sobre cultura general y cuestiones de la vida.
Graciela la caracteriza como una gran madre y una persona muy generosa. Desea que todos tengan la posibilidad de tener una Felicia en sus vidas porque es única e inigualable, con un gran corazón y mucho amor para dar.