Rubén Plana, el autor de este hermoso cuadro de aromas y sabores típicos de la Italia meridional, nos cuenta el origen de La Salamería del Bicentenario. No te quedes sin probar sus productos elaborados con las secretas recetas familiares de Calabria.
La Salamería del Bicentenario
“La Salamería del Bicentenario es un emprendimiento familiar que nace de la necesidad de buscar nuevos rumbos laborales. Sin embargo, la esencia de lo que vendemos está en nuestro ADN desde muchos años antes que este proyecto se gestara. Soy Rubén Plana hijo y nieto, orgulloso, de Italianos. Calabreses de pura cepa, oriundos de Centrache en la provincia de Catanzaro.
Mi familia comenzó a emigrar luego de la Segunda Guerra Mundial, eligiendo la Argentina como segundo hogar”. Nos cuenta, orgulloso de sus orígenes el artesano de delicias.
Rubén, ¿cómo aprendiste estas recetas?
“En mi casa. Mi madre Tina (Concepción Papasodaro) dividía su tiempo entre la cocina y su peluquería. En ambos espacios la magia sucedía gracias a sus manos que elaboraban con dedicación y amor cosas tradicionales.
Siempre fui de espíritu curioso e inquieto, y aunque a muy corta edad parecía que mi presencia en la cocina era sólo para jugar (y a veces molestar), en mi retina se estaban guardando todos y cada uno de los secretos mejor guardados de la familia.
Primero mirando, más tarde preguntando y como en todo aprendizaje, por último practicando; aprendí a hacer spianata, el capicuolo, sopressata, prosciutto y salumi, entre algunos de los productos que hoy comercializo”. Dice il salumiere, emocionado con los recuerdos.
Spianata, capocollo, esencia calabresa
Rubén se especializa en el arte culinario calabrés, reconocido en todo el mundo por los intensos aromas y sabores.
Estas recetas tradicionales forman parte de la herencia familiar, secretos que no pueden ser revelados a profanos.
La spianata es el salame típico de Calabria y, aunque sus orígenes se remontan hasta el mito, debe su forma a algo muy natural. El clima cálido y seco de la región hace difícil una maduración prolongada, por lo que se recurrió a aplastarla (se la conoce también como schiacciata) ya que a menor diámetro, mejor maduración.
El capocollo es muy similar al prosciutto, solo que este último es tomado de la pierna del cerdo, mientras que el primero se hace de la cabeza de la paletilla o cuello del cerdo curado entero. La elaboración de estos productos requiere una gran habilidad para equilibrar los sabores, y de mucha paciencia, pues el estacionamiento del producto es esencial.
La Salamería del Bicentenario, destino escrito
“El destino para mí estaba escrito. Mis abuelos tenían un criadero de cerdo en el barrio donde crecí: La Cumbre, precisamente en 32 y 134.
Así fue como de a poco todo se fue dando de manera muy natural y puramente heredada para que en 2016 surgiera nuestra amada Salamería del Bicentenario, de la que estamos tan orgullosos. Me acompaña siempre mi esposa, y mi hija también se dedica a la cocina de manera profesional”.
Damos fe de la calidad de sus productos, si querés sentirte en Calabria disfrutando de sus aromas y sabores, simplemente contactate con Rubén o buscalo en las ferias de La Plata.
Apostemos al sabor italiano y confiemos en los herederos de estas recetas ancestrales de familia. Buon appetito!
Foto de portada: Rubén Plana.
